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jusqu'ici tout va bien. blog sobre política internacional

c'est l'histoire d'une société qui tombe et qui, au fur et à mesure de sa chute, se répète sans cesse, pour se rassurer: jusqu'ici tout va bien, jusqu'ici tout va bien, jusqu'ici tout va bien. l'important c'est pas la chute... c'est l'atterrissage.

29 de octubre de 2006

El precio político del PP

El 22 de marzo de este año ETA hizo público un comunicado en el que informaba de la adopción de un “alto el fuego permanente”. Desde entonces hasta ahora y de forma recurrente, hemos tenido la oportunidad de asistir con perplejidad a un espectáculo delirante protagonizado por la cúpula del Partido Popular y sus acólitos, entiéndase por éstos a sus grupos de información-presión allegados, poderes fácticos (nuestra querida iglesia católica) y un porcentaje sorprendentemente considerable de sus enfervorecidos seguidores. ¿Cuáles son las claves de este espectáculo? Vayamos por partes.

El Partido Popular reaccionó al alto el fuego con escepticismo, muy legítimo, teniendo en cuenta todos los antecedentes, aunque no dejó de llamar la atención la absoluta desesperanza que manifestaron sus dirigentes en las primeras horas. Lo que está claro es que nadie con dos dedos de frente creería entonces que todo había acabado. Pero cuando el proceso de paz quedó oficialmente abierto por ambas partes, al principal partido de la oposición no se le ocurre otra cosa que hacer del escepticismo, dogma, y del dogma, unilateralismo. ETA, Batasuna y su entorno no quieren la paz, quieren la Independencia de Euskadi y por tanto la ruptura de la Unidad de España porque si no, seguirán matando. Y no importa lo que digan ellos, mienten, son terroristas, asesinos y mercenarios dispuestos a todo con tal de salirse con la suya. Pero tranquilos, que para eso está el PP como garante de la Verdad. El PSOE, por el contrario, anhela la paz, la anhela con tanto fervor que está dispuesto a pagar cualquier precio político. Tampoco importa que el PSOE niegue este punto porque de nuevo los guardianes eternos de la Verdad y la Justicia están aquí para sacarnos de nuestro entontecimiento: con la paz firmada el PSOE cree que puede perpetuarse en el poder y por eso le darán a ETA y Batasuna lo que pida. La independencia de Euskadi, de Navarra, del País Vasco Francés… lo que sea con tal de poder utilizar la paz en las elecciones y renovar su mandato. Estas simples premisas son las que estructuran el discurso político del Partido Popular en los últimos meses. Y para ello no ha dudado en recurrir a dos de sus viejas armas de siempre: el miedo y la rentabilización política de las víctimas.

El miedo. ¿A qué tenemos que tener miedo según el PP? A que España se rompa y desparezca como tal y a que los sanguinarios terroristas acaben campando a sus anchas por las calles, excarcelados sin llegar a expiar sus pecados. Una absoluta derrota del Estado democrático a favor de la violencia como instrumento político.

La campaña mediática y popular del PP, en connivencia con la AVT, se ha sustentado en un lema muy rotundo y preciso: En mi nombre, NO. Y detrás de esa pancarta han tomado la calle. Y uno se pregunta, En mi nombre, NO ¿qué? ¿No a la paz? ¿No a las negociaciones? ¿No al proceso de paz? ¿No al PSOE?

El Partido Popular ha querido hacer creer a la Opinión Pública que el PSOE YA está pagando un precio político por el proceso de paz, que YA ha roto España, que YA ha ofendido la memoria de las víctimas sentándose a negociar con ETA. Por cierto, tanto que le gusta a la oposición la utilización sistemática y sentimentaloide de las víctimas, si el proceso de paz fracasa y ETA vuelve a matar ¿serán ellos los que le hablen de precio político innegociable a las familias de las víctimas que estarán por venir? Porque alguien tendrá que explicárselo.

Básicamente este es el Partido Popular en el proceso de paz. Este es el Partido Popular que se deja ver. Pero hay otro Partido Popular oculto entre sombras, que se expresa entre líneas y que se mueve subrepticiamente por motivos que nada tienen que ver con los que pregonan a los cuatro vientos. Lo que a uno le da la sensación al reflexionar pausadamente y analizar todos los aspectos de este proceso es que es el PP y no Batasuna quien antepone la Unidad de España a la Paz. Es el PP quien no está dispuesto a pagar precio político por esta paz. Pero el precio político que no están dispuestos a que se pague no es el que ellos proclaman. El precio político que NO está dispuesto a pagar el PP es perder el poder. Ya lo demostró en el terrible esperpento que protagonizó en los días posteriores al 11-M. El Partido Popular cree, y con razón, que mientras haya terrorismo, mientras exista un enemigo poderoso y mortal, un espectro muy amplio de la población buscará el abrigo y la protección que la Mano de Hierro de la derecha encarna como nadie. Y que será ese miedo, ese sector de la población, el que les dé la legitimidad democrática para gobernar y recuperar el poder que parecen creer ser poseedores por derecho de natura. El Partido Popular no quiere que haya paz porque no quiere que sea el PSOE quien la firme y uno tiene la sensación de que en sus más altas instancias se ve con buenos ojos una ruptura del proceso de paz y, por consiguiente, un PSOE desautorizado política y socialmente y una vuelta de ETA a la lucha armada. Con sus atentados y sus muertos. ¿Existe acaso un marco mejor para el retorno del PP al Gobierno?

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escrito por Hubert a las 19:58