los europeos, esos genocidas
cuando uno escucha la palabra “genocidio” inmediatamente le viene a la cabeza el exterminio sistemático de los judíos a manos de los nazis. es una especie de acto instintivo, de second nature, que dirían los de nokia. es normal, ningún pueblo que se haya visto en esta situación tiene a su disposición un aparato mediático tan potente como los judíos. sin embargo, genocidios ha habido muchos, que le pregunten a los armenios de la segunda década del siglo XX, a los albano-kosovares en los noventa. lo de Palestina también tiene toda la pinta de genocidio. pero esta vez los judíos están al otro lado de la pistola.
en estos días vuelve a cobrar cierta relevancia, no toda la que debería, eso sí, que hay que informar pero sin pasarse, no sea que nos enteremos de algo realmente, el genocidio ruandés. en este caso particular se debe a la denuncia que seis supervivientes tutsis de este exterminio han interpuesto contra el gobierno francés por su implicación en el mismo. y aquí no cabe lo de “presunta implicación”.
resulta que los franceses, esos adalides de la libertad, el estado de bienestar y los derechos humanos, se movieron, durante el genocidio ruandés por intereses políticos puramente egoístas, esto es, entrenaron, armaron y dieron refugio en la zona controlada por el ejército francés a las milicias hutus que se encargaron de asesinar al menos a ochocientos mil ruandeses, entre tutsis y hutus moderados, acabando con el ochenta por ciento de la población tutsi. y todo esto por el puro interés económico y político. Francia quería controlar la zona en competencia, sobre todo, con Bélgica y Alemania, y pensó que moviéndose por un criterio tan legítimo como es la francofonía (sic), esos intereses quedaban perfectamente salvaguardados. aunque el precio que hubiese que pagar fuese el exterminio de toda una población.
en realidad, Francia no es más que una entre muchos. Bélgica, sin ir más lejos, actuó movida por los mismos intereses en el mismo conflicto y con tanta (o más) crueldad. de la historia negra de Alemania no decimos nada que para eso está Spielberg. lo cierto es que si el aparato publicitario judío es tan potente como ha quedado demostrado, no es menos cierto que no hay nada como la diplomacia europea a la hora de meter la mierda debajo de la alfombra. la historia y el presente de Europa y de los europeos apesta. apesta a hipocresía y demagogia trasnochada. pero también a la muerte y podredumbre de los millones de muertos, sobre todo en África, que llevan el sello de la Unión Europea. y de los europeos, que al fin y al cabo es de lo que está compuesto nuestro querido viejo continente.
en estos días vuelve a cobrar cierta relevancia, no toda la que debería, eso sí, que hay que informar pero sin pasarse, no sea que nos enteremos de algo realmente, el genocidio ruandés. en este caso particular se debe a la denuncia que seis supervivientes tutsis de este exterminio han interpuesto contra el gobierno francés por su implicación en el mismo. y aquí no cabe lo de “presunta implicación”.
resulta que los franceses, esos adalides de la libertad, el estado de bienestar y los derechos humanos, se movieron, durante el genocidio ruandés por intereses políticos puramente egoístas, esto es, entrenaron, armaron y dieron refugio en la zona controlada por el ejército francés a las milicias hutus que se encargaron de asesinar al menos a ochocientos mil ruandeses, entre tutsis y hutus moderados, acabando con el ochenta por ciento de la población tutsi. y todo esto por el puro interés económico y político. Francia quería controlar la zona en competencia, sobre todo, con Bélgica y Alemania, y pensó que moviéndose por un criterio tan legítimo como es la francofonía (sic), esos intereses quedaban perfectamente salvaguardados. aunque el precio que hubiese que pagar fuese el exterminio de toda una población.
en realidad, Francia no es más que una entre muchos. Bélgica, sin ir más lejos, actuó movida por los mismos intereses en el mismo conflicto y con tanta (o más) crueldad. de la historia negra de Alemania no decimos nada que para eso está Spielberg. lo cierto es que si el aparato publicitario judío es tan potente como ha quedado demostrado, no es menos cierto que no hay nada como la diplomacia europea a la hora de meter la mierda debajo de la alfombra. la historia y el presente de Europa y de los europeos apesta. apesta a hipocresía y demagogia trasnochada. pero también a la muerte y podredumbre de los millones de muertos, sobre todo en África, que llevan el sello de la Unión Europea. y de los europeos, que al fin y al cabo es de lo que está compuesto nuestro querido viejo continente.
Etiquetas: alemania, armenia, bélgica, europa, francia, genocidio, israel, nazi, palestina, ruanda, unión europea
escrito por Hubert a las 15:40