un muerto de mierda
Pinochet ha muerto. y sin embargo uno no siente que le domine la euforia. es cierto que los últimos años de este señor han sido difíciles, achuchado, que no acorralado, por una justicia con minúscula, que trató de hacerle pagar sólo alguno de su execrables crímenes. pero no nos queda la sensación de que hayan sido un calvario, que es lo que nos hubiera gustado, un largo tormento que acabase con el dictador en la cárcel donde debería haber muerto, a ser posible, abandonado en su celda como un despojo humano.
una extraña cualidad que tienen estos personajes tan detestables es la de no saber morirse, de hecho, no son capaces de dejar paz ni después de muertos ¿o es que alguien cree que hay alguna forma de muerte tan cruel, tan disparatadamente horrible para ellos que compense las atrocidades cometidas, el dolor inflingido a otros seres humanos?. supongo que habría que ser como ellos para llegar a idear una muerte así.
quizá, quién mejor ha resumido este sentimiento sea el escritor Mario Benedetti: "no nos olvidemos que este es un muerto de mierda". pues eso, no lo olvidemos.
Etiquetas: augusto pinochet, chile, dictador, mario benedetti, muerte
escrito por Hubert a las 09:44