una sociedad que se inmola
que nos definimos como personas en los pequeños detalles es una máxima con un grado de aceptación bastante alto, sobre todo en la cultura occidental, cuando de individuos se habla. que las sociedades también se definen en esos pequeños detalles ya no está tan extendido, quizá por no ser un fenómeno tan observado.
todas las sociedades producen, en determinados momentos, reacciones presumiblemente espontáneas que, sin embargo, son muy definitorias, que contribuyen a la construcción de la identidad de esa sociedad de forma notable, ya sea internamente o de cara a otras. en algunas ocasiones estas reacciones dignifican tanto a los individuos que las protagonizan como al grupo en sí. otras veces sonrojan y si esas sociedades tienen el alcance mundial que poseen la sociedad americana o la israelí, entonces, cuando menos, inquietan.
de los estadounidenses, como pueblo, ya conocíamos su particular forma de valorar una guerra, justa cuando vencen y no son muchos de los suyos los que caen. injusta cuando los aviones vuelven a casa repletos de ataúdes. así fue en Vietnam y así empieza a ser en Iraq. un amplio espectro de ciudadanos estadounidenses que hace cuatro años estaban a favor de la guerra, ahora han cambiado de bando sólo porque muchos de sus "chicos" están cayendo allí... por nada. de los civiles iraquíes, de los de antes y de los de ahora, sin noticias.
en Israel, Ólmert está seriamente cuestionado, como lo prueba la multitudinaria manifestación del otro día, por su (in)eficacia en la guerra que con el Líbano libró el pasado verano/otoño. aún valorando el hecho de que un sector más o menos numeroso de la sociedad israelí considere injusta esa guerra, no menos cierto es que otro sector, tan numeroso o más, no sólo la considera justa si no que crítica la falta de eficacia y de vehemencia con el enemigo.
el mensaje que transmiten estas dos sociedades es doblemente preocupante. al resto nos puede inquietar en mayor o menor grado que dos pueblos tan poderosos sólo sean capaces de reaccionar con muertos propios encima de la mesa de negociación. pero a quien de verdad debería intranquilizar este hecho es a esas mismas sociedades. el mensaje que lanzan a sus enemigos no puede ser más peligroso, sólo la violencia y los muertos los harán replantearse sus estrategias y sus valores. pues entonces violencia y muertos habrá...
todas las sociedades producen, en determinados momentos, reacciones presumiblemente espontáneas que, sin embargo, son muy definitorias, que contribuyen a la construcción de la identidad de esa sociedad de forma notable, ya sea internamente o de cara a otras. en algunas ocasiones estas reacciones dignifican tanto a los individuos que las protagonizan como al grupo en sí. otras veces sonrojan y si esas sociedades tienen el alcance mundial que poseen la sociedad americana o la israelí, entonces, cuando menos, inquietan.
de los estadounidenses, como pueblo, ya conocíamos su particular forma de valorar una guerra, justa cuando vencen y no son muchos de los suyos los que caen. injusta cuando los aviones vuelven a casa repletos de ataúdes. así fue en Vietnam y así empieza a ser en Iraq. un amplio espectro de ciudadanos estadounidenses que hace cuatro años estaban a favor de la guerra, ahora han cambiado de bando sólo porque muchos de sus "chicos" están cayendo allí... por nada. de los civiles iraquíes, de los de antes y de los de ahora, sin noticias.
en Israel, Ólmert está seriamente cuestionado, como lo prueba la multitudinaria manifestación del otro día, por su (in)eficacia en la guerra que con el Líbano libró el pasado verano/otoño. aún valorando el hecho de que un sector más o menos numeroso de la sociedad israelí considere injusta esa guerra, no menos cierto es que otro sector, tan numeroso o más, no sólo la considera justa si no que crítica la falta de eficacia y de vehemencia con el enemigo.
el mensaje que transmiten estas dos sociedades es doblemente preocupante. al resto nos puede inquietar en mayor o menor grado que dos pueblos tan poderosos sólo sean capaces de reaccionar con muertos propios encima de la mesa de negociación. pero a quien de verdad debería intranquilizar este hecho es a esas mismas sociedades. el mensaje que lanzan a sus enemigos no puede ser más peligroso, sólo la violencia y los muertos los harán replantearse sus estrategias y sus valores. pues entonces violencia y muertos habrá...
Etiquetas: ehud olmert, iraq, israel, líbano, manifestación, muertos, terrorismo, vietnam, violencia
escrito por Hubert a las 12:15 comentarios de este post (5)