el pastel está listo
se veía venir desde hace tiempo. cualquier guerra suele venir precedida de una fase previa de lenguaje bélico. y la Unión de Tribunales Islámicos por una parte, y Etiopía junto al gobierno de transición de Somalia por otra, han estado elevando el tono de las amenazas y haciéndolas más agresivas hata que finalmente el enfrentamiento ha estallado abiertamente.
en junio de este año las milicias islamistas tomaron Mogadiscio, la capital de lo que queda de Somalia debido a la guerra que la asola desde 1991, para irse extendiendo progresivamente por el centro y sur del país. el gobierno de transición tuvo que refugiarse en Baidoa, una ciudad situada unos 250 kilómetros al noroeste, y desde allí organizar la resistencia. los rebeldes han ido estrechando el cerco poco a poco a la vez que conminaban a sus dirigentes a la rendición y abandono del país, y acusaban a Etiopía de mantener tropas en territorio somalí. el país vecino lo negaba y tan sólo admitía la presencia de asesores militares, pero tras el llamamiento del jeque Hassan Dahir Aweys, líder de la Unión de Tribunales Islámicos, a librar una guerra santa contra el enemigo etíope, el gobierno de Addis Abeba no ha dudado en bombardear posiciones enemigas e inutilizar el aeropuerto de Mogadisicio hoy mismo para evitar el abastecimiento islamista por parte de Eritrea, situada al norte del país y de quién se supone que reciben armas y tropas.
el resultado es una guerra civil que amenaza extenderse, aunque algunos prefieran llamarlo "conflicto armado regional" o algún eufemismo semejante marca unión europea. tiene todos sus componentes: dos bandos antagónicos, países apoyando a unos y otros, la religión de por medio, emplazamiento estratégico haciendo de puente entre África y Oriente Medio, intereses occidentales manejados a golpe de intervenciones fracasadas con olor a mierda revuelta y sobre todo una población que, como viene siendo habitual desde que a principios del siglo XX cambiasen las reglas de la guerra, ha sido, es y será la que menos culpa tenga y la que más sufra.
mientras tanto abran sus periódicos y vean los telediarios, relajénse oyendo a nuestro monarca hablar de concordia y sosiego sentado en su aterciopelado sillón real, estén tranquilos, no encontrarán más que pequeñas referencias a esta tragedia que crece y que poco importa. total, al igual que Sudán, al igual que Costa de Marfil, al igual que Chad, es sólo otro país africano en guerra. mientras no les dé por ahogarse en nuestras costas los negritos no molestan, no son de los nuestros.
en junio de este año las milicias islamistas tomaron Mogadiscio, la capital de lo que queda de Somalia debido a la guerra que la asola desde 1991, para irse extendiendo progresivamente por el centro y sur del país. el gobierno de transición tuvo que refugiarse en Baidoa, una ciudad situada unos 250 kilómetros al noroeste, y desde allí organizar la resistencia. los rebeldes han ido estrechando el cerco poco a poco a la vez que conminaban a sus dirigentes a la rendición y abandono del país, y acusaban a Etiopía de mantener tropas en territorio somalí. el país vecino lo negaba y tan sólo admitía la presencia de asesores militares, pero tras el llamamiento del jeque Hassan Dahir Aweys, líder de la Unión de Tribunales Islámicos, a librar una guerra santa contra el enemigo etíope, el gobierno de Addis Abeba no ha dudado en bombardear posiciones enemigas e inutilizar el aeropuerto de Mogadisicio hoy mismo para evitar el abastecimiento islamista por parte de Eritrea, situada al norte del país y de quién se supone que reciben armas y tropas.
el resultado es una guerra civil que amenaza extenderse, aunque algunos prefieran llamarlo "conflicto armado regional" o algún eufemismo semejante marca unión europea. tiene todos sus componentes: dos bandos antagónicos, países apoyando a unos y otros, la religión de por medio, emplazamiento estratégico haciendo de puente entre África y Oriente Medio, intereses occidentales manejados a golpe de intervenciones fracasadas con olor a mierda revuelta y sobre todo una población que, como viene siendo habitual desde que a principios del siglo XX cambiasen las reglas de la guerra, ha sido, es y será la que menos culpa tenga y la que más sufra.
mientras tanto abran sus periódicos y vean los telediarios, relajénse oyendo a nuestro monarca hablar de concordia y sosiego sentado en su aterciopelado sillón real, estén tranquilos, no encontrarán más que pequeñas referencias a esta tragedia que crece y que poco importa. total, al igual que Sudán, al igual que Costa de Marfil, al igual que Chad, es sólo otro país africano en guerra. mientras no les dé por ahogarse en nuestras costas los negritos no molestan, no son de los nuestros.
Etiquetas: eritrea, etiopía, guerra civil, somalia, unión de tribunales islámicos
escrito por Hubert a las 20:43